jueves, 2 de abril de 2009

Viejos son los trapos

A los 34 decidí que quería volver a estudiar y comencé un profesorado. Después de dar muchas vueltas vocacionales, finalmente descubrí que me gusta enseñar.

A los 34 años, entonces, tengo las cosas un poco más claras que a los 18. También tengo más conciencia de lo que estudio y aprendo. Y además, no me pueden vender los buzones que me querían vender cuando era más chica.



Paradoja: ahora casi no tengo tiempo de estudiar porque tengo que trabajar y otras responsabilidades que me insumen energía. También hay montón de cosas que me encanta hacer que, a su vez, requieren tiempo.
Pequeña disyuntiva, gran esfuerzo.


Ya me verán en las aulas saying 'Good morning!'

3 comentarios:

MM dijo...

Te felicito y aliento a que sigas en el estudio!

Yo sigo estudiando y amo los gatos también, muchas coincidencias para un feriado lluvioso.

Saludos!

Ricardo Fasseri dijo...

yo sigo pensando en el portaligas...jaja

Natalia, la capricorniana alegre dijo...

El portaligas y el corset también! ¡No habrás pensado que soy una improvisada!

Saludos