PRÓLOGO
21 DE FEBRERO DE 1950
Un motel abandonado en las colinas de San Bernardino; Buzz Meeks se registró allí con noventa y cuatro mil dólares, nueve kilos de heroína de gran pureza, una escopeta calibre 10, un 38 especial, una automática 45 y una navaja que le había comprado a un mexicano en la frontera, antes de ver el coche aparcado al otro lado: matones de Mickey Cohen en un coche sin insignias de la policía de Los Ángeles, polizontes de Tijuana esperando para hacer contrabando con parte de sus mercancías y arrojar su cadáver al río San Isidro.
Comienzo de L.A. Confidential de James Ellroy. ¿Cómo hacer para no seguir leyendo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario