martes, 26 de mayo de 2009

Tantra


Noche de disco. Ya no recuerdo cuál era. Era una de esas noches de salidas en solitario, mis amistades no estaban disponibles. Me calcé la minifalda y las plataformas, me subí al tren y llegué a Once. Me tomé un colectivo para Palermo así que debería haber sido un lugarsucho de por ahí.
La música estaba bien. El público no tanto. Pero, bueno, es lo que había y no tenía ganas de seguir viajando. Así que ahí me quedé, bailando tranquila y rechazando cortésmente (como siempre) ofertas de diversa índole.

Pasó la hora y la noche se estaba tornando aburrida. Cinco de la mañana: hora de elegir algo para no irse con las manos vacías. Ya a esta altura las pretensiones (que nunca fueron demasiadas) habían desaparecido.

Y ahí aparece el muchacho, no muy agraciado por cierto. Sospecho que en una situación similar a la mía. Sonrisas. Charla amable. Acercamiento. Recuerden que son las cinco, queda poco tiempo. Besos. Algunos manoseos leves. Otros manoseos menos leves. Propuesta indecente. Obviamente, es aceptada y partimos en un taxi. En un auto hubiera estado bueno pero el joven andaba a pata. Más mimos.

Depto pequeño y medio desordenado. Pero ¿a quién le importaba? Cama enorme. Juegueteos cada vez más subidos de tono. Escenas hot. Multiorgasmos a full.

Pero el chico no acababa. Y pasaban las horas. Nada. Ya de tanta vuelta me estaba cansando. Había amanecido y como que me habían venido ganas de ir a dormir.

¿Todo bien?

Sí. ¿Por qué?

No, nada.

Y captó la onda. Con una sonrisa de ganador dice:

Yo no acabo, practico sexo tántrico.

¡La mierda! Pero mirá que me los elijo, dije para mis adentros.

Encontré una excusa para escaparme y descansar.

Ante mi precipitada huída pide teléfono y se lo doy (falso, por supuesto). Entonces, comenta:

Igual nos podemos ver en la facu.

Alarma de submarino.

¿Sí?

Trato de evitar una cara de horror.

Soy profesor de matemática del CBC.


Me pasé varios meses evitando el patio.

Vecino


A veces lo miro subirse al auto por la ventana del segundo piso. Él sabe que lo estoy mirando. A veces sube la vista como de reojo pero hace de cuenta que no me ve. Me escondo tras la cortina y sonrío.


Es cuestión de tiempo.


La imagen es de Conrad Roset, que me gusta muchísmo.

lunes, 25 de mayo de 2009

El Meme de la Capricorniana alegre


mge me eligió para ¿hacer? un/una meme (aparentemente el neologismo todavía no tiene género). Esto consiste en nombrar siete cosas raras acerca de uno. Hay que mencionar cortésmente a quién lo eligió a uno para dicha tarea. Y luego pasarlo a otras siete personas más.

Una especie de cadena blogger. ¡Ja! Y una manera más de enterarnos de la vida de los demás.

Como este blog da para cualquier cosa y me siento muy honrada por la elección, ahí voy:

1) No como queso. Lo detesto. Sólo como la muzzarella derretida en la pizza.

2) Aborrezco la yema del huevo. A menos que sean huevos revueltos y no se note.

3) Nunca terminé de ver Pulp Fiction.

4) Nunca pude ver Héroes porque me pone muy nerviosa.

5) Jamás uso prendas de color marrón.

6) Siempre tengo la sensación de que me olvidé de ponerle la alarma al coche. Sufro esto todos los días. Me quedo tremendamente preocupada. Cuando vuelvo a buscarlo, casi siempre espero no encontrarlo. Pero cuando lo encuentro es una gran dicha.

7) Los únicos lugares donde puedo leer son la cama y el tren. Ya no viajo en tren, así que sólo queda la cama. Es imposible para mí leer sentada.

Mis elegidos para esta tan tarea de difusión taaan importante son:







Lolo (aunque esté en Perú).

El que crea que esto es una pavada, tiene razón. Así que hagan lo que quieran.

Odio las cadenas. Al menos no es un pps.

Si Pablo quiere también puede hacerlo. Ya se, son ocho. ¿Y?


Es feriado, y se nota ¿no?


Actualización de último momento:

8) No me gusta tener sexo completamente desnuda. Algo de ropa tengo que tener puesto.

Ya se, otra vez son ocho. Los impares me ponen nerviosa.

domingo, 24 de mayo de 2009

Correspondencia electrónica entre un escritor medianamente reconocido y una lectora anónima


Lectora anónima ( de ahora en adelante LA):
¿En qué andábamos? Sí, en lo del baile...
You do something to me por Bryan Ferry, ¿lo conocés? Es un tema hermoso, lento con mucha cadencia. Bailaría con movimientos suaves, muy cerca, casi rozándote, como se baila esta música. La música suele llevarme a otros lados, sobre todo cuando bailo y me concentro en mí misma. Soy consciente de mi cuerpo como en ningún otro momento. Posiblemente no tendría mucha noción de tu presencia.

Escritor medianamente reconocido (de ahora en adelante EMR):
Mmhh. Tal como lo contás, estarías deliciosamente cerca de mi, y al mismo tiempo concientemente ajena. Bueno, creo que es muy interesante. Contame más.

LA:
¿Que te cuente qué?
Hasta que vos no me cuentes algo, no te digo más nada.
Fair enough.
Besos
EMR:
Que me cuentes más del baile. Estoy convencido de que en algún momento iremos a bailar.
¿Que te cuente yo qué? ¿Que yo cuente te que?
LA:
¿Si? ¿Vamos a ir a bailar? Sí, quiero.
¿Vamos a bailar juntos o yo voy a bailar para vos?
Puedo moverme para mí y para vos a la vez, así es mucho más intenso.
Que me cuentes por qué me preguntaste esto acerca del baile, por ejemplo.
Besitos

EMR:
Mmhh. Me gustan las dos posibilidades. Decime cómo sería cada una.
¿Por qué te pregunté lo del baile? Creo que era por algo que me dijiste acerca del cuerpo y lo que te gustaba hacer con el cuerpo...

LA:
Si bailamos juntos tendríamos que estar más cerca, más atentos el uno al otro, para lograr la coordinación de los movimientos. Tendríamos que prestarnos mucha atención, conectarnos para que la música nos lleve para el mismo lado a los dos.
Si yo bailara para vos, sería la protagonista. Como te dije antes. La música sería otra. Vos serías casi un mero espectador. Depende de vos.
¿Cuál preferís?
Hay otras cosas que me gusta hacer con mi cuerpo.
Besos

EMR:
Prefiero las dos, pero por cortesía, interés y con el pretexto de la lumbalgia, diría que ahora prefiero que bailes para mí.
Moderaré mis fantasmas nocturnos porque esta es mi noche de familia. ¿Pero bailarías para mí, mañana?

LA:
Mmmmh. Podría ser...
Disfrutá de tu nena.
Besos

EMR:
Pensalo. Elegís tu ropa y tu música.

LA:
Ahí va la música. Billie's Blues por Billie Holiday.
Tengo puesto un vestido azul de una tela suave que se desliza fácil por la piel y produce una sensación muy placentera. Es corto, así que se ven mis piernas. Ideal para bailar. Las medias, de liga, son negras, dejan ver la piel.
¿Vos donde estás?
Necesito un lugar más o menos grande. Así puedo girar moviendo mis caderas mientras mis manos acarician y levantan mi pelo. ¡Ay! No puedo evitar la sonrisa, cierro mis ojos. Mi cuerpo se contonea bajando hacia el piso y se eleva otra vez. Giro otra vez, te doy la espalda con mis brazos en el pecho y mis manos en el cuello, que podés ver porque tengo el pelo cortito. Me doy vuelta y me acerco, feliz, con los brazos a mi lado. Te acaricio una mejilla y bajo mi mano por tu cuello. Me alejo. El vestido se mueve y se abre. Se ven las ligas de mis medias. Sigo moviendo mis caderas y doy pequeños pasitos, acercándome. Estoy frente a vos con los ojos cerrados, sonriente. Me muerdo los labios de la emoción. Me acariciás la pierna.
Se acabó la canción. Son sólo tres minutos veinticinco.
Besos

EMR:
Preciosa descripción. Estoy en casa, tengo un equipo de música discreto en mi biblioteca (de cuatro por tres) y otro, menos bueno, en una cocina comedor también amplia, con vista a un jardín interior. Me gusta tu ropa y tus movimientos, así que te estoy esperando. Dame tu teléfono así te doy las instrucciones.

LA:
¿Las instrucciones para qué?
(Por cuestiones de privacidad de la LA no vamos a publicar el número teléfonico que figura en el texto).
Ya se fueron mi hermana y mi cuñado. Estoy bailando en casa. Tu biblioteca está bien.
Besos



Esta información sale a la luz porque pude hackear la casilla de correo para brindárselas a ustedes.

Consejos para indecisos

Querido lector:

Faltan 35 días (¡poco más de un mes!) para las elecciones y si todavía no sabés a quién votar, te recomiendo este artículo de Alejandro Borensztein que la tiene re-clara siempre.

¡Avivate y votá!


La iamgen es de Toby Tover-Krein.

Final para otro cuento

Tuvo la sensación de que alguien lo estaba mirando. Se dio vuelta y no vio a nadie. Esperó unos segundos, pero no escuchó nada. Pensó que estaba paranoico.

Se asomó al pasillo y miró hacia los costados. Vio cómo se cerraba bruscamente la puerta contigua, y se escondió de inmediato. ¿Lo habrían estado espiando? Los dueños del departamento habían hecho bastante escándalo. Tal vez algún vecino curioso. Si alguien lo había visto estaba acabado. Había utilizado guantes para no dejar huellas, pero olvidó protegerse la cara. Cualquiera podría reconocerlo.

Tenía que dejar el departamento ya. Salió sin hacer ruido. Caminó hasta la puerta vecina. Se acercó y escuchó. Quizás había sido alguien que recién llegaba, aunque fuera tan tarde. Quiso girar el picaporte pero fue inútil, el pomo no se movía. Se quedó parado sin saber qué hacer. Pensó que si entraba se evitaría cualquier riesgo. Retrocedió unos pasos y pateó la puerta. La cerradura saltó y entonces se encontró con el minón más impresionante que había visto en su vida.

Era hermosa, casi perfecta, incluso más ahora cuando se lanzaba corriendo hacia una puerta para huir. Cruzó la sala en dos zancadas y la agarró de los pelos antes de que la mujer se metiera en la cocina. La atrajo hacia su cuerpo por detrás, sintió su piel, la olió. Se excitó casi tanto como con la sangre. Le acarició el pelo dorado mientras ella temblaba. Podía sentir su terror, cómo se tensaba ese cuerpo, cómo se le crispaban las manos. Se le estaba parando y se apretó aún más contra ella, para que viera, para que supiera.

La muy puta se desmayó. Todas las mujeres eran iguales. Estaba pálida, con los ojos cerrados y una mueca de terror que lo excitaba a más no poder. Se puso pesada, como muerta. Sobresaltado, le tocó el cuello. Sintió el latido en la vena, la sangre seguía fluyendo cálidamente dentro de ese cuerpo. La depositó en el suelo con cuidado y miró alrededor, buscando algo para llevarse. Dio vuelta el departamento hasta que encontró la plata. Luego tomó un cuchillo de la cocina y le hizo un tajo en la cara. La sangre, a borbotones, cayó hasta el piso.

Le dio un beso en los labios ensangrentados y se fue por dónde había entrado, caminando tranquilamente.


El final de cuento es mío. La imagen es de Conrad Roset.

Conversación telefónica escuchada al pasar (II)


¿O solamente querías que me fuera?

Conversación telefónica escuchada al pasar


Te invité a salir.

Te transé.

Te (¿cómo decirlo de una manera delicada?) hice el amor.

¿Qué más querés?

¿Que baile desnuda para vos?

¡Pero pedímelo de una vez y listo porque no te aguanto más!

domingo, 17 de mayo de 2009

Nueva encuesta de cine: me los cargo a todos



Otra vez encuesta de cine: pelis de acción. ¡Ay! ¡Cómo me gustan! (sí, a las chicas también nos gustan las películas de tiros, artes marciales y persecusiones de autos).

Estas se ubicarían en el subgénero: yo solito me los cargo a todos. Mis preferidas.

Identidad Desconocida (The Bourne Identity) de Paul Greengrass. (Y el resto de la saga). Como Matrix rompió con el molde de las pelis de efectos especiales, esta lo hizo con las de acción. Insuperable. Alucinante. Excelente. Para ver las tres seguidas una y otra vez.

Búsqueda Implacable (Taken) de Pierre Morel (con Luc Besson en el guión). Liam Neeson está viejo y genial. Es un camión con acoplado y sin frenos. No para hasta su objetivo y saca a todos del medio como sea. Ritmo imparable. Adrenalina pura. El film está muy bien hechito.

Matar o morir (Shoot’em up) de Michael Davies. Ya se, todo el mundo mató a esta película. Pero a mí me encanto. Es más, me reconcilió con Clive Owen. ¡Y está Paul Giamatti haciendo de malo! Imperdible. Es un viaje en caída libre. Tiros desde que empieza hasta que termina, sin parar. Y el Clive los acierta todos.

Voten. Miren que estoy armada hasta los dientes.

Hasta donde quiera...

A cada momento descubro hasta dónde puedo llegar. ¿Hasta dónde, entonces, quiero llegar? No hay límites para mi persona. Puedo subir tan alto como caer tan bajo. Puedo ir hasta donde quiera. Puedo volver.

Mi libertad me marea, me emborracha, como una vorágine de opciones infinitas. La disfruto, la saboreo. Me desborda y quiero compartirla, transmitirla, desparramarla.

Siento que me desarmo, me desdibujo, y me inserto en lo que me rodea. Sobrevuelo el mundo con una mirada curiosa, casi afectiva. Sin embargo, estoy lejos de todo. Alienada en mi propia cabeza, el tamiz de mis observaciones. Colecto imágenes, sonidos, palabras. Registro y asimilo.

Aprendo.

viernes, 15 de mayo de 2009

Doble personalidad


Se supo: Néstor tiene trastornos de personalidad. Ahora es bueno y pluralista. Ya no grita más ni amenaza. ¡Pero si parece un pan de Dios! Hasta se rie.

Si yo fuera Cristina, lo interno y lo medico, así se deja de joder. Y me quedo con Florencio y Sergio que hacen caso en todo.


Qué miedito.

Es una de esas cosas


Fue sólo una de esas cosas,
Sólo una aventura loca,
Una de esas campanas que cada tanto te suena,
Sólo una de esas cosas.
Fue sólo una de esas noches,
Sólo uno de esos vuelos fabulosos,
Un viaje a la luna con alas de telaraña,
Sólo una de esa cosas.
Si hubiéramos pensado un segundo
Sobre el final de esto,
Cuando empezamos a pintar la ciudad,
Nos hubiéramos dado cuenta
De que nuestro romance
Era demasiado caliente para enfriarlo.
Entonces adiós, querida, y amén,
Esperando que alguna vez nos volvamos a encontrar por ahí,
Fue muy divertido,
Pero sólo fue una de esas cosas.



Esta es la traducción de la canción del Genial COLE PORTER. Se inglés pero la poesía me es esquiva.

Para Ricardo que me lo pidió.

Y recomiendo muy fervientemente la película "De-Lovely" sobre la vida del compositor. Es muy, muy buena. Con actuaciones excelentes de Kevin Kline y Ashley Judd, y una banda sonora de lujo.

jueves, 14 de mayo de 2009

Just one of those things


It was just one of those things,
Just one of those crazy flings,
One of those bells that now and then rings,
Just one of those things.
It was just one of those nights,
Just one of those fabulous flights,
A trip to the moon on gossamer wings,
Just one of those things.
If we’d thought a bit
Of the end of it,
When we started painting the town,
We’d have been aware
That our love affair
Was too hot not to cool down.
So goodbye, dear, and amen,
Here’s hoping we meet now and then,
It was great fun,
But it was just one of those things.




Del Absolutamente Genial Señor COLE PORTER por el no menos Genial FRANK SINATRA.


Y hay una versión del Fantástico BRYAN FERRY que es fabulosa.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Instantes

No veía la hora de volver a abrazarlo. Sería una gran sorpresa par él: ni remotamente esperaba mi presencia.

Entrar fue fácil, a pesar de que el muy astuto había cambiado la cerradura. ¿Qué cara pondría al verme después de tanto tiempo?

Decidí echar un vistazo. El lugar no había cambiado mucho desde la última vez que dormí allí. En la habitación había una lámpara nueva y una computadora. En la mesa de luz estaba el mismo portarretrato con la misma foto de su madre. Recordé los momentos pasados junto a ella. Tendría que visitarla también.

Recorrí toda la casa revolviendo cajones y armarios, pero cuidando de dejar las cosas como estaban; incluso algunas ropas de mujer que me dio asco tocar.

Después de una hora empecé a sentir hambre. Fui a la cocina. No estaba nerviosa: faltaba mucho para que él volviera de trabajar. Me emocionaba con sólo imaginar el momento del reencuentro. En la heladera descubrí una porción de torta de chocolate. Sigue siendo el mismo, pensé, y sonreí. Me bajé la torta con una lata de cerveza que encontré ahí también.

Miré el reloj, eran las cinco. Todavía faltaba un buen rato para que llegara. Me recosté en el diván del living con el bolso al lado mío. Quizá hasta pudiera echarme una siestita antes del encuentro. Me dormí, pensando en la gran sorpresa que le había preparado. Quería demostrarle que nunca había dejado de pensar en él.

Me despertó el timbre. Salté del sillón y fui a atender, pero me contuve: recordé para qué había venido. Yo estaba de regreso. Insistieron con el timbre durante un rato. Hasta que se fueron. Entonces busqué una silla del comedor y me senté frente a la puerta, con el bolso sobre la falda.

Vi un cenicero en la mesita que había al lado de la puerta. Era la segunda cosa extraña que había encontrado en la casa, primero aquellas ropas de mujer y ahora este cenicero. Evidentemente necesitaba de mí, había caído en el vicio del cigarrillo y el travestismo. Siempre le repetí que no lo podía dejar solo ni un minuto.

Una alarma sonó en la habitación. Casi me muero del susto. Pero me quedé quieta, esperando en mi silla. Se había vuelto tan descuidado que hasta ponía mal la hora del despertador. Pero eso no tenía importancia, ya no iba a necesitarlo más, ahora estaba yo. Mi reloj indicaba las seis. En cualquier momento entraría, estaríamos frente a frente y lo miraría a los ojos. Sería un momento sublime.

Escuché ruido de llaves y el corazón me dio un vuelco. Metí la mano en mi bolso. La llave giró, luego lo hizo el picaporte y la puerta se abrió. Se quedó ahí, estúpido, puso una ridícula cara de horror al ver mi sonrisa inesperada. Vi cómo se paró en seco, cómo se quedó con las llaves colgando de una mano y el maletín de la otra. El momento había llegado después de tanto tiempo.

Saqué el revólver y ni siquiera tuve que apuntar. Otra vez la misma expresión de terror. Retrocedió un paso, dispuesto a escapar, pero la bala le voló la frente.


La imagen es de Horacio Elena

Por 50 centavos



Cómo me gusta Fifty!!!!!

Si pongo un peso, ¿me dan a Lloyds Banks también? (Lloyds Banks es el que tiene el pañuelo blanco en la cabeza. El horrible es Snoop. Se le perdona porque es un capo).

Si me llevo a los dos puedo prescindir del auto.

Trabajar es necesario, pero...

¡No puedo trabajar taaaaaantooooo!

I WANT MY LIFE BACK!

O al menos una vacacioncitas...


martes, 12 de mayo de 2009

Confeti

El impresentable de Randazzo dice que van a ganar en más de 17 provincias y ¡Felipe Solá sacó a la novia de la lista!

Bienvenidos a la fiesta electoral.

Esto... ¡recién empieza!

Abróchense el cinturón.

lunes, 11 de mayo de 2009

¡Cuidado con el camión!

¿Por qué el señor Cachanosky hace estas cosas al principio de las semana? ¿Cómo hago ahora para llegar al viernes?

Quizás sea mejor así y el fin de semana, con ayuda de unos vinitos y la distancia del lunes, es más ameno.

Mi viejo insistía siempre (desde que me acuerdo, es decir, hace unos 25 años) con que había que bajar el gasto público.

Y todavía seguimos en lo mismo. Yo creo que esto se transformando en una utopía: somos un país del tercer mundo, populista, seudoprogre (porque ni siquiera somos progres verdaderos), no existimos y lo único que hacemos es mirarnos el ombligo.

¿Cómo vamos a hacer para "a) bajar el gasto público y hacerlo eficiente, b) establecer un sistema tributario que en vez de espantar atraiga las inversiones, c) adoptar reglas de juego en que la redistribución del ingreso se produzca por el mérito de cada uno para satisfacer las necesidades de la gente, d) un régimen de coparticipación federal por el cual los municipios coparticipen a las provincias y estas a la nación y una serie de medidas adicionales que permitan establecer reglas de juego competitivas."?

El 28 de junio hay elecciones (por ahora). Sospecho que no se producirá ningún cambio significativo ni positivo. El principal desafío va a ser llegar al 2011 sin morir en el intento.

domingo, 10 de mayo de 2009

Al aire libre

Fue en una fiesta hip hop en algún lado del centro. Minishort, remerita transparente para dejar ver el corpiñito de encaje y borcegos (cómodos para bailar). Fiasco total, nadie bailaba. Bueno, tan total no: apareció el muchacho. Bonito, atuendo hiphopero, jovencito. Entre tanto empujón, el roce fue inevitable. Palabras de disculpas, sonrisas. Charla amena a un costado, lejos del tumulto. Algún beso fugaz. Intercambio de números telefónicos. Llamadas varias. Citas varias.

El joven era de Caballito, así que no se iba a molestar hast el oeste del conurbano bonaerense, entonces viajé en el Sarmiento hasta allí (es que era muy lindo y tengo alma de sacrificio). Allí me esperaba el jovenzuelo. Piquito.

Pollera tubo negra con un cierre metálico hasta la cintura en la parte de atrás, muy easy access, botinetas con plataformas y remerita super ajustada también negra que evitaba el uso de corpiño. Como era verano no había medias. Sencilla la cuestión. Él: similar atuendo hiphopero.

¿Adónde querés ir?

Lo miro fijo y le digo.

No se, ¿qué querés hacer?

¿Vamos a dar una vuelta?

Joven, hiphopero y pobre. ¡Cartón lleno! Y bueno, ya que estamos en el baile, bailemos me dije. Era tan bonito.

Siete de la tarde paseando de la mano por Caballito vestida así. Un placer.

Te traje la última edición del fanzine que hacemos con mis amigos.

Me da una revistita horrriblemente editada con unas historietas aún peores, una de las cuales escribía él. ¡Encima era artista! Pero si tengo un ojo yo... Ojeada de compromiso. Mentira piadosa.


Muy buena la gráfica.

La revista terminó en mi cartera de vinílico negro. Íbamos llegando a Plaza Irlanda. (Por suerte ahora tengo auto y ya no tengo que soportar esa interminables caminatas por un poco de sexo fugaz). Me puse cariñosa, tanto caminar y su cercanía esquiva me habían animado. El chico respondió bien.

Nos sentamos en un banco de la plaza. Atardecía y el lugar estaba bastante concurrido. Algunas personas haciendo gimnasia, otras paseando el perro, algunas sus hijos. Típica tarde de verano en una plaza de Capital.

Nosostros empezamos a los arrumacos. Y nos entusiasmamos. Nos entusiasmamos muchos. Jadeo va, jadeo viene.

No tengo plata para el telo.

¿Quién dijo que había que ir a un telo? ¿Nunca lo hiciste en un lugar público?

Mirada de sorpresa. Inmediatamente de lascivia. En diez segundos me puse su enorme camisa hiphopera, y el cierre de mi pollera estaba completamente abierto. La gente que pasaba sospechaba algo, pero nadie dijo nada.

Caminata de vuelta hasta la estación. Besos varios. Vuelta en tren.

Llamadas telefónicas varias. Un par de citas más. Al chico le dio agarofobia, pero como era un niño rico con tristeza seguía sin plata para el telo pero sí para el siguiente número del fanzine. ¡Ay! Los artistas.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Nueva encuesta de cine



Me abruma la cantidad de votos en las encuestas.

I'm overwhelmed. So...

Nueva encuesta para no quitarles la necesidad de votar.
Cine+zombies = combinación PER-FEC-TA.

Exterminio (28 days later) de Danny Boyle antes de hacerse famoso con Slumdog. Excelente. Londres como un páramo es impresionante.

Muerto de miedo (Braindead) de Peter Jackson antes de irse a la mierda con El señor de las argollas. (La fama le hace mal a alguna gente). Mi preferida de todos los tiempos. Nada que agregar. Es la película que más veces vi.

Muerte en la granja (Black sheep) de Jonatan King un apadrinado por Jackson. Ovejas zombies. ¿Hace falta algo más?

Elijan su zombie favorito y tengan cuidado. Hay muchos de ellos dando vueltas esperando a comerse sus cerebros y sus vísceras.

¿Alguien tiene alguna copia de Mosquito o de Brain damage ? ¿O sabe dónde puedo conseguirlas? Por favor, necesito esas películas, las necesito...

¿Ven? No son los únicos, todos quieren lo mismo



Prueben con la música. Funciona.

Claudina en su casa



"Rezi es ya mi sombra. Constantemente me acompaña, me aprisiona entre sus movimientos armoniosos, cuyas espirales continúan vibrando en el vacío; me liga con sus palabras, con sus miradas, con sus ideas impetuosas, que me parece han de asomarse chisporroteando a las puntas de sus finos dedos... Me intraqnuiliza; siento en ella una voluntad más firme y más obstinada que la mía.

A veces, irritada, enervada por su ternura continua, por su belleza, que se me ofrece tentadora como el perfume de una flor que nos acercan a las narices, siento tentaciones de preguntarle bruscamente: ¿Qué se propone usted? Pero enmudezco, temerosa de que lo diga. Más vale callar y seguir como hasta hoy, porque su presencia es un goce para mí."

Fragmento de Claudina en su casa, de Colette.

domingo, 3 de mayo de 2009

Simulacros

Cuando nos veamos ¿vas a simular que de verdad querés estar conmigo?

Cuando nos veamos ¿me vas decir esas cosas lindas que quiero que me digas?

Cuando nos veamos ¿me vas a convencer de que esto es una buena idea?

Después de que nos veamos, por un rato, simulá que querés volver a verme.

Me hace sentir bien.

Vale ¿no?

sábado, 2 de mayo de 2009

Mónica acercándose al sol

Desde la ventana miró hacia la calle, cinco pisos abajo. Abrió y se asomó. El viento fresco le revolvió el pelo. Sonrió divertida: la gente iba de un lado a otro sin saber que ella los espiaba. Se sentó en el marco de la ventana, con los pies colgando hacia fuera.

–Mónica –gritó su madre desde el pasillo–, dónde estás.
Mónica se dio vuelta cuidadosamente, sosteniéndose del vidrio.
–Acá en la pieza, ma –contestó por encima del ruido de los coches.

–Preparate –la voz se acercó, y Mónica rogó que su mamá no entrara–. Salimos entro de un rato.

–Bueno, ya voy.

Volvió a mirar a la calle. En el vidrio había quedado la marca empañada de cinco dedos.

¿A cuántos metros estaría?

Desde adentro se escuchaban los preparativos del viaje. Andresito corría y gritaba de contento. Su papá, enojado como todos los años, impartía órdenes. A veces Mónica se preguntaba por qué se iban de vacaciones si era tanto problema, si siempre terminaban peleándose. Por encima del hombro miró su cama con la valija sobre la colcha. Debía llenarla con toda su ropa y no tenía ganas. Mirar abajo era más emocionante.

¿Y si se tiraba?

Sería como volar en ese viento tan fresco y tan agradable. Además, se evitaría las vacaciones. Se movió un poco hacia fuera, como si alguna fuerza extraña la atrajera.

–Es la gravedad, tonta –dijo.

¿Se moriría? Casi con seguridad. O tal vez, si volara… Pero había pocas posibilidades: no tenía alas ni plumas, y había visto en un documental cómo terminaban los intentos de la gente por levantar vuelo. Sin embargo…

–¡MÓNICA!

El grito de su padre la impulsó a intentarlo.

Y, mientras él abre la puerta, Mónica salta al vacío.