¿Alguna vez enseñaron algo? Sin ser docente ni nada por el estilo. Por el mero hecho de transmitir un conocimiento. Es una experiencia maravillosa. Y si lo que transmitieron le sirve a la otra persona, es mejor todavía.
Requiere de cierta paciencia para mostrar las cosas y decirlas de manera que los demás entiendan, sobre todo si es un grupo grande. Además, hay que tener conciencia de uno mismo. Saber dónde está parado y cómo se está presentando ante los demás.
Todo depende de una simple cuestión de empatía y de cierta cosa desinteresada, de darle algo tuyo al otro, además de los conocimientos. La alegría, las ganas y el interés que uno le ponga a la tarea van a ser fundamentales para lograr la atención y el respeto del que quiera (o no demasiado) aprender.